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sábado, 5 de noviembre de 2016

Nostalgia

Acabo de salir de la Universidad de Deusto y me ha sacudido una ola de nostalgia como no imaginaba.


Dios mío !cómo se me ha pasado la vida y a cuantos echo en falta. Me he sentado por la fatiga y estoy rodeado de fantasmas que parecen surgir de la ría.




Voy a tomar un café antes de empezar lasclases. Hace una tarde espectacular y rompería a llorar desconsolado. Saber es sufrir, vivido haber sufrido.

Tengo la angustia del otoño que arde por las hojas, abrasàndome el pecho como una fragua. Echo a tanta gente en falta....


Todo viene a mi memoria, el ruido de las obras, de las grúas y sus ecos en la ría, el frescor del aire entre los àrboles, el murmullo de los paseantes y el olor a mar que parece arrojarte al horizonte.

 Quiero llorar y ya no puedo.

Quizàs lo màs honesto con uno mismo es el silencio pero sin retóricas, sin aspavientos. Como la arena de la playa inundada por la pleamar nocturna cuando desaparece cubierta por la espuma del mar que brilla.



Hay días que en un instante se nublan como por tormentas de verano y nunca te da tiempo a guarecerte cuando rompe a llorar, quería decir llover pero en el fondo es lo mismo.

Estoy escuchando el concierto para piano y orquesta 3 de Beethoven. Y siento su fuerza. La genialidad reside en un corazón misericordioso y sin ambición al que se llega desde la humildad tras juzgarse a uno mismo.




Grandes palabras que se forjan con pequeños actos.

Nuestra grandeza estriba en volvernos pequeños.