Vistas de página en total

sábado, 4 de marzo de 2017

Nostalgia




Pura nostalgia.....una vez que se arranca......, !còmo te arruga el estòmago!. Recuerdo la primera vez que les vi a Secretos. Los conocì atravès de un amigo que era fan de ellos de Laredo. En aquel improvisado concierto no estarìamos ni 30 personas. Pero aquella banda tenía algo especial, prometìa y mucho y el tiempo lo acabó demostrando. 

Eran tiempos de pelo largo imposible de peinar, colonia robada a mi padre, ropa heredada y meriendas precipitadas viendo el uhf de una televisión en blanco y negro. Tiempos en los que nada conseguía engordarme y no tenía que seguir dieta alguna (bocadillos de nocilla, mantequilla con azúcar, chocolate, queso con membrillo, foiegras o chorizo de Pamplona). Con una cazadora azul y unos vaqueros raìdos (pero de forma natural, no como ahora) y en otoño y primavera con el jersey, también azul, atado a la bilbaina, es decir, a la cintura. Y...a la calle, donde hacíamos la vida.



En los bolsillos unas monedas, unas pipas sueltas y revenidas, un mechero de propaganda, un paquete de tabaco y un billete arrugado "para emergencias". No me hacìa falta sitio para las llaves del coche, la baterìa del telèfono, el móvil y las tarjetas de crèdito. NO existìan todavía en mi vida.

Eramos màs libres. Bajo el brazo siempre unos folios escritos a la carrera con apuntes de Derecho y dentro de ellos alguna poesìa de rima fácil pero mucho sentimiento. !!Qué intenso era todo!!

El amor era muy hostil en aquellos años y los sueños se resistían. El corazòn nos hacía sufrir con demasiada frecuencia y deambulábamos con mirada triste buscando a "esa chica" que nos ignoraba haciéndonos sentir como al mayor de los desgraciados. 



Pero estaban mis amigos. Siempre de guardia, como los mèdicos de urgencias. Los amigos (cuadrilla, que decimos en Bilbao) eran mi tesoro. "Uno para todos y todos para uno". Refugio seguro donde olvidar las penas. 

Mientras, la vida pasaba deshojando el calendario y enseñàndonos la terrible lección de aprender a decir "adios", y a veces, para siempre.


NOSTALGIA (Josè Santos Chocano)

Hace ya diez años
que recorro el mundo.
¡He vivido poco!
¡Me he cansado mucho!
Quien vive de prisa no vive de veras,
quien no echa raíces no puede dar frutos.
Ser río que recorre, ser nube que pasa,
sin dejar recuerdo ni rastro ninguno,
es triste y más triste para quien se siente
nube en lo elevado, río en lo profundo.
Quisiera ser árbol mejor que ser ave,
quisiera ser leño mejor que ser humo;
y al viaje que cansa
prefiero terruño;
la ciudad nativa con sus campanarios,
arcaicos balcones, portales vetustos
y calles estrechas, como si las casas
tampoco quisieran separarse mucho...
Estoy en la orilla
de un sendero abrupto.
Miro la serpiente de la carretera
que en cada montaña da vueltas a un nudo;
y entonces comprendo que el camino es largo,
que el terreno es brusco,
que la cuesta es ardua,
que el paisaje es mustio...
¡Señor! ¡Ya me canso de viajar! ¡Ya siento
nostalgia, ya ansío descansar muy junto
de los míos!... Todos rodearán mi asiento
para que les diga mis penas y mis triunfos;
y yo, a la manera del que recorriera
un álbum de cromos, contaré con gusto
las mil y una noches de mis aventuras
y acabaré en esta frase de infortunio:
¡He vivido poco!
¡Me he cansado mucho!




2 comentarios:

  1. Magnífico artículo, Alfonso. Me he sentido reflejado en tus palabras, incluso en la frase final del texto, tan cruda como real. Además, grandes, muy grandes Los Secretos,más aun Enrique Urquijo, una persona dotada de una sensibilidad especial a quien Dios quiso tener muy cerca antes de tiempo. DEP.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias amigo por tu comentario tan amable, asì como por tu apoyo y ànimo. Un gran abrazo

      Eliminar