Ahora
que en Siria suenan clarines de guerra y se escuchan voces teñidas de odio y sedientas de sangre de inocentes, recordemos este
Temazo de Carlos Gardel que transmite como ninguno la sinrazón y el dolor de
la guerra. Si en vez de armarnos hasta los dientes aprendiésemos todos a
bailar tangos sonaría en el mundo otra "milonga".
Con todo mi respeto y
oraciones por el pueblo Sirio que sufre la injusticia de las decisiones de los poderosos que deciden sobre sus vidas desde la comodidad de sus despachos oficiales.
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