El motivo de esta "entrada" es pasar cuanto antes el número de visitas a este humilde blog que ya ha llegado al fatídico número "666". El número de la bestia, del anticristo anunciado en el apocalipsis y, por consiguiente, lo suficientemente importante teológicamente como para tomarlo a broma.
He estado en Paris una semana y me he hartado de ver arte por todas partes. Recomiendo, especialmente, el Museo Orsay en la vieja estación, donde se recoge una gran colección de los impresionistas. Y dentro de ella, las obras de Monet y Pisarro.
También me permití el lujo de tocar el piano en el aeropuerto CDG, ante un publico numeroso y curioso que se paraba a escuchar temeroso de que se tratara de una cámara oculta.
También me permití el lujo de tocar el piano en el aeropuerto CDG, ante un publico numeroso y curioso que se paraba a escuchar temeroso de que se tratara de una cámara oculta.
Alfonso De Grassa al piano en el aeropuerto CDG
Muy bonita la primera fotografia...
ResponderEliminarDesde Notredame.
Hola!!!
ResponderEliminarK valiente tocar en el aeropuerto!!
Animo!!
Hola "garritas", no fue valentía sino "desvergüenza". Se trataba de un piano, puesto en el aeropuerto para los pasajeros, de color rojo intenso y lacado, demasiado goloso como para resistirse. Traté de tocar al estilo del gran "Liberace", y digo "al estilo", porque yo no le llego a la altura de los zapatos, aunque afición, ilusión y voluntad no me faltan.
ResponderEliminarDesconozco quien es ese gran liberace lo cierto es que con desverguenza a sin ella tuvo que ser divertido y si ibas con compañia tuvo que ser anecdota para contar.divertido cuando mas.
ResponderEliminarEn mi proximo viaje a paris si esta
ResponderEliminarel piano rojo me acordare.....jaja
Espero que cuando vayas, lo hayan afinado un poco más, jaja. Divertido sí que fue, al menos, para mi.
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